La inteligencia artificial (IA) está experimentando una transformación radical, impulsada por la reciente decisión de la Unión Europea de prohibir modelos de código abierto que carezcan de transparencia en sus datos de entrenamiento. Esta medida busca garantizar la **privacidad**, la **ética** y la **seguridad** en el uso de la IA, lo que plantea desafíos y oportunidades tanto para gigantes tecnológicos como OpenAI y Google, como para desarrolladores emergentes.
A medida que los desarrolladores se adaptan a estas nuevas normativas, surgen preguntas sobre el futuro del código abierto y la innovación. Proyectos como . . .
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