La inteligencia artificial (IA) está marcando el inicio de una revolución en el desarrollo de software, transformando no solo cómo se crea el código, sino también el papel de los programadores. Los agentes de IA, como GitHub Copilot y Replit, están diseñados para llevar a cabo tareas específicas de forma autónoma, permitiendo a los desarrolladores centrarse en aspectos más creativos y estratégicos. Esta evolución presenta beneficios significativos, como el aumento de la productividad y la mejora en la calidad del código, al tiempo que plantea interrogantes sobre el . . .
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